crítica
“Oswaldo Viteri nos descubre una nueva faceta. Ha entrado en otra instancia, en un espacio nuevo. Hay un ingrediente onírico, una atmósfera luminosa donde se instala el aire hecho de antimateria, para abrazarlo y abrazarlo todo. Siempre estuvo en contrapunto, contrapunto consigo mismo; de allí nacen sus estancias, esa dinamia que es hallazgo continuo y continuo abandono. Hallazgo rico en deleitaciones, tentador por lo que implica de permanencia y seguridad, pero el artista se plantea entonces, la disyuntiva: quedarse con aquello que le es íntimo, grato, o buscar nuevamente. Morir para renacer. Esto es la creación”.
Hernán Crespo Toral, 1973